Este EP te va a bajar como tamal en la madrugada.
El segundo EP de la misteriosa banda colombiana de ultrametal,
Nostravamus no busca tranquilidad a partir de la melodía.
Nostravamus no es música para hacer yoga.
Esta definitivamente no es música para vibrar alto.
Esta es música para salir a la calle a pelear con pata e’ cabra,
comer pastel de yuca y luego salir a pelear otra vez.
Conciso, contundente, macheteador, el sello Muchacho Berraco encontró las grabaciones que componen este EP perdidas en un computador en un sótano del barrio Río Negro, en la localidad de Barrios Unidos, junto con fotos y otro material.
De manera abusiva, el sello, conocido por su experimentación, subió el EP a todas las plataformas, pero su forma más natural es un compact disc pirata que circula desde hace unos días en algunas calles Bogotanas.
El disco muestra a la banda comiendo tamal en lo que parece ser un tugurio dedicado a la grasa y la proteína callejera. La música es así.
No tiene compromisos con nada, ni siquiera con el arte.
Es solo potencia y crudeza.
Sin embargo, no hay más datos sobre la banda.
El disco no contiene los nombres de los integrantes de Nostravamus,
y haciendo averiguaciones, encontré que la banda prefirió quedar en el anonimato. La búsqueda del estrellato es para los lámparas y para los aculillados.
Pensé que los integrantes de Nostravamus ya pueden estar muertos. Asfixiados por el humo de una fiesta en El Restrepo. El caso es que esta música es música de fantasmas, un recorrido por lo que fue la escena Bogotana del metal en algún rincón de la década del 2000.
¿Lo recuerdas? ¿La emoción? ¿El frío nocturno?, ¿La frialdad de la gente?
No hay nada más que explicar. Son menos de diez minutos de puro golpe. Olvídate de San Francisco, Berlín, Oslo. La verdadera ciudad metalera es Bogotá, y sus ciudadanos ejemplares son los Nostravamus.
The industrial rock heavyweights return with their first album in over 20 years, produced by John Fryer (Nine Inch Nails, Cocteau Twins). Bandcamp New & Notable Mar 16, 2022